No es un secreto que meter la cabeza en el mundo del doblaje profesional es difícil, pero en absoluto imposible. Sin embargo, hacerlo sin una formación adecuada, sí que se puede decir que no tendremos nada que hacer.
Ha habido (y hay) intérpretes fabulosos que vinieron de la radio o del teatro y el doblaje fue nutriéndose de estos grandes profesionales que dieron una identidad única e irrepetible al doblaje español. En otros casos, se puede decir, ha habido otros grandes que han aprendido desde dentro, esto es, desde muy temprana edad tuvieron un acercamiento y un desarrollo directo debido a que otra persona (generalmente familiar o amigo muy cercano) estaba ya dentro de la profesión y, por lo tanto, facilitó la entrada y el desarrollo del aspirante desde las mismas “entrañas” de la misma. Por supuesto, teniendo dotes y habilidades para desarrollarlas. Si no, de nada sirve, tampoco, esa ayuda interna de la que se ha beneficiado.
En una escuela de doblaje seria, se debe, a nuestro entender, enseñar aquellas materias y cualidades que hacían que el teatro o la radio fuera una fuente del doblaje, por lo que, aprender a cuidar la voz, a utilizarla de forma adecuada, además de técnicas para aprender a modular, entonar y transmitir emociones al espectador además de, por supuesto, interpretación y perfeccionar la práctica la técnica de la sincronía debe formar parte de la formación lo más completa posible para que el alumno se adapte, a la perfección, a los movimientos e interpretación del actor/actriz que esté en pantalla, haciendo que el resultado final sea lo más creíble posible.
En Aula 51 ponemos a disposición del alumno una formación donde prime el desarrollo integral de las posibilidades del alumno (muchas veces, desconocidas por él mismo), dotándole de las herramientas necesarias para afrontar con garantías cualquier reto que se le presente en esta maravillosa profesión.
Equipo de Aula 51